Dame veneno
Elena López Riera
Sinopsis
En el Madrid de principios del siglo XX, bajo el reinado de Alfonso XIII, aún deprimido por la pérdida de las colonias, y entrando tímidamente en la modernidad del nuevo siglo, Antonia, una médium de 50 años, conocida por sus poderes extraordinarios para hablar con los muertos, regenta en su casa, un salón espiritista, junto Elvira, una joven militante anarquista. En este contexto histórico extremadamente represivo, el acceso a la palabra pública para las mujeres era casi imposible, excepto para las médiums como Antonia, que gozaban de un privilegio especial, porque su voz no era la de una mujer, sino la voz que canalizaba la palabra de los muertos.
La casa de Antonia también es un lugar de acogida para mujeres que no quieren vivir según la condición a la que la sociedad las somete, y que acuden allí en busca de refugio. Tras las sesiones espiritistas, el salón de Antonia se convierte en el centro neurálgico para asuntos poco legales de la sociedad madrileña de la época, en la que se dan cita gentes de toda clase: desde obreros, hasta aristócratas, intelectuales o científicos. Aquello que no puede suceder a la clara luz del día, en un país gobernado por la férrea moral católica, cabe en esta casa. Todo parece funcionar en este fuerte de mujeres, hasta que la presión ejercida por la Iglesia, y algunos sectores reaccionarios, empiezan a poner en peligro la autonomía de este lugar.
En medio de las turbulencias políticas que se avecinan, una noche, Antonia cree percibir entre las sombras de un tumultuoso café, la silueta de su único amor, Diego, que ella creía muerto en un naufragio desde hacía 30 años. Antonia no puede creer que ese hombre, tan envejecido por el tiempo, sea el mismo que se marchó a buscar fortuna sin esperarla, y que ella prefirió imaginar ahogado en el fondo del mar.
Proyecto
La primera asociación feminista de España (la sociedad autónoma de mujeres de Barcelona) fue creada en 1891 en el seno de una sociedad espiritista, por una conocida anarquista, Teresa Claramunt, y una aristócrata espiritista, Amàlia Domingo Soler. La relación entre ciertas prácticas del ocultismo y el activismo feminista están íntimamente ligadas. Desde finales del s. XIX, no solo en España, también en Inglaterra y los EE.UU., las primeras sufragistas habían sido asiduas a sesiones de espiritismo, demostraciones de fenómenos paranormales, sociedades teosóficas, etc., muchas de ellas también fueron reconocidas médiums, que en sus actuaciones públicas empezaban a pedir el derecho al voto femenino, por demanda de entidades superiores que hablaban a través de sus voces. Para las mujeres, en ese contexto de cambio de siglo, tomar la palabra en público era prácticamente imposible, pero todo cambiaba cuando esa mujer hablaba con la voz de los muertos. Las mujeres podían por fin fomentar el activismo político, luchar por sus derechos, e incluso escribir o editar revistas, porque ellas eran las presuntas elegidas para establecer esa misteriosa transferencia entre el mundo de los vivos, y el mundo de los muertos. Las mujeres se convertían así en una suerte de sacerdotisas, capaces incluso de asombrar a la ciencia y la intelectualidad de la época.
Sumida en la investigación de este apasionante momento de cambio social y político en la decadente España de principios de s. XX, surgió la idea de trabajar sobre una de estas mediums, que más allá de explotar y exponer sus capacidades sobrenaturales, pusiera en marcha un proyecto feminista. Así surgió el personaje de Antonia, una médium que vive en el Madrid de Alfonso XIII; un personaje envuelto en un misterio insondable, que regenta una casa que es mucho más que un lugar de encuentro espiritista. La casa de Antonia es un lugar habitado por mujeres independientes, una trinchera infranqueable para la moral de la época.
Sobre el Residente Elena López Riera
Elena López Riera es doctora en Comunicación audiovisual, cineasta, programadora y docente. Sus trabajos han sido expuestos en festivales como Cannes, Toronto, Locarno, San Sebastián, Cinéma du réel, Vila do Conde, Hiroshima, Fidocs, Cali o Rekjiavik, y en centros de arte como el PS1 MOMA de Nueva York. Su cortometraje, Los que desean, ha sido distinguido con el Pardino de oro de Locarno, el gran premio de Zinebi y Vila do Conde y también ha sido nominado a los European Film Awards.
También ha participado como ponente en el seminario internacional de Tabakalera (San Sebastián), en el Museo de Arte Universitario de México (México DF) o ArtBo (Bogotá, Colombia) o Territorios y fronteras (Universidad del País Vasco, Bilbao). Ha sido artista residente en Ikusmira Berriak (Tabakalera), y en la Résidence de la Cinéfondation del festival de Cannes.
Como programadora, ha trabajado para el festival Entrevues de Belfort, el festival Europeo de Sevilla y el festival Visions du réel. Ha enseñado en las Universidades de Ginebra, Valencia, Carlos III, y desde 2019 enseña en la HEAD (Haute école d’art et design) en Ginebra, y en la Escuela Elías Querejeta de San Sebastián.
Ha dirigido los cortometrajes Pueblo (2015, estrenado en el festival de Cannes), Las vísceras (2016 estrenado en el festival de Locarno) y Los que desean (2018 Pardino de oro del festival de Locarno, gran premio Zinebi, Gran premio Vila do Conde entre otros), y el largometraje, El agua (2022) estrenado en el festival de Cannes e invitado a numerosos festivales internacionales (Toronto, San Sebastián, Melbourne…).