Elena y Adri viven con ilusión la noticia de su primer embarazo y empiezan todos los planes como padres primerizos. Parece que todo va sobre ruedas hasta que, una mañana, durante el séptimo mes de embarazo, a Elena la atacan unos perros y la llevan a urgencias en un hospital distinto al que había estado haciéndose las revisiones. Allí le diagnostican a su hijo Acondrogénesis: una malformación severa prácticamente incompatible con la vida.

La pareja se plantea todas las opciones que tienen a partir del desalentador diagnóstico, hasta que llegan a la dolorosa decisión de interrumpir el embarazo. En España, es ilegal abortar a partir de la semana 22 sin la aprobación de un comité clínico. Así que, al recibir la negativa del comité, solo les queda una opción: salir del país para poder interrumpir su embarazo. Elena empezará un viaje sola hasta Bruselas en busca de una salida de emergencia.