El fenómeno de las empresas de moderación de contenido es desconocido por la mayoría de los usuarios y usuarias de Internet, que vivimos a salvo de las imágenes más terribles que las personas somos capaces de generar. Sin embargo, se calcula que más de 150.000 jóvenes, en oficinas repartidas por los polígonos de todas las grandes ciudades del mundo, deciden a diario si publicar o no fotos y vídeos explícitos, violentos, ofensivos o pornográficos.

¿Qué significa moderar? ¿Qué es aceptable, y qué no? ¿Quién genera las imágenes del deseo o la violencia? ¿Y qué les sucede a las personas que, día tras día y en lapsos de treinta segundos, están condenadas a verlas?

Moderación, en la línea del cine de género internacional que combina el drama con elementos de suspense atmosférico para despertar reflexiones sobre nuestra sociedad (La red social, Crudo), nos enfrenta a los dilemas provocados por el deseo y la censura en la red. El impacto psicológico de la moderación es brutal, pero el equilibrio entre corrección y represión es frágil: Ariadna, la protagonista de nuestra historia, inicia su camino con una brújula moral muy clara, pero a medida que se adentra en el mundo de las imágenes prohibidas empieza a cuestionar sus decisiones y a guiarse por el instinto. Su viaje la llevará a preguntarse si no ha confundido el orden y la comodidad con la represión de sus deseos—algo que tal vez también hacemos nosotros mismos.

Moderación es un largometraje de drama/suspense escrito por Victor Alonso-Berbel y Jan Matheu, y actualmente busca partners de financiación para una coproduccón en curso entre España y Estados Unidos (Detalles en privado).