Waka Waka
César Esteban Alenda
Sinopsis
María y Mateo tienen veinte años y no han salido nunca de casa. Su padre Manuel no les deja porque afuera está el waka waka. Viven con miedo, pero son felices. Hasta que un día, su padre desaparece, y María y Mateo deberán enfrentarse solos al mundo exterior.
Proyecto
Waka Waka es un drama con elementos de suspense psicológico cuyo protagonista es el miedo. Ese miedo que heredamos de nuestros padres y que aflora años después cuando somos padres nosotros. Ese miedo que, en mi caso, me llevó a prolongar un mes y medio mi confinamiento junto a mis hijas pequeñas. Mi hija mayor me confesó que no quería salir de casa, y yo acepté serenamente ese hecho, con alivio. Quería “protegerla” y en ese momento, aislarse me pareció lo más sensato. Tardé un mes y medio en recapacitar.
En Waka Waka, Manuel no llega a recapacitar nunca. La película arranca veinte años después de empezar su encierro. Sus hijos, María y Mateo, se han hecho mayores y no han salido nunca de casa. Viven silenciosamente, con las persianas bajadas y con hueveras forrando paredes y techos para aislarse de un mundo exterior que les aterroriza. Afuera, la amenaza actual es el waka waka, un virus capaz de convertir a las personas en monstruos. Manuel es el único que sale armado con un machete y una máscara antigás, a por provisiones. Todo lo que los hijos saben del mundo se lo ha contado él, y ellos se lo creen todo. Se adoran, aunque ese amor esté fundado en mentiras, omisiones e infantilizaciones de consecuencias trágicas, que ponen de manifiesto la fina línea que separa la educación de los niños, de su manipulación.
Waka Waka reflexiona sobre la paternidad en los tiempos del miedo. Y muestra, a pequeña escala familiar, lo que nos puede ocurrir como sociedad si dejamos que el miedo tome el control. Porque el miedo que Manuel contagia a sus hijos trasciende cualquier virus y solo conduce a un lugar: el aislamiento. Y no lo podemos permitir.
Sobre el Residente César Esteban Alenda
Aunque se graduó como arquitecto, César Esteban Alenda pronto redirigió su carrera, junto a su hermano José, hacia el cine y la publicidad.
Juntos realizaron ocho cortometrajes con los que, además de multitud de premios en festivales internacionales, obtuvieron un Premio Goya y otras dos nominaciones.
Su debut como directores con Sin fin les valió su cuarta nominación, esta vez a Mejor Dirección Novel en los Premios Goya, además del Premio a Mejor Ópera Prima del Festival de Málaga 2018.