Esta no es “otra película sobre la Guerra Civil”, como se dice por ahí de manera despectiva, sino que estoy convencido de que esta película ofrece su propia perspectiva, alejándose de los típicos relatos bélicos y de clichés, centrándose en una visión sin filtros, libre de prejuicios y apolítica, sin mencionar siquiera la guerra. Lo que realmente importa en esta obra son las personas, la humanidad de esos seres elementales y olvidados cuyas historias han moldeado nuestros traumas, traumas que no sabemos reconocer pero que llevamos enquistados dentro. Este enfoque no solo revela a las nuevas generaciones un período crucial de su historia sino que también sugiere cómo las secuelas de conflictos pasados siguen influyendo en las dinámicas sociales y personales actuales.